El laboratorio Faes Farma inició hace más de tres años una política de diversificación de productos y mercados que le ha permitido soportar dos ejercicios difíciles lastrados por los recortes del gasto farmacéutico. Ahora, la vía más potente de desarrollo es el despliegue mundial de su antialérgico propio Bilastina -cuya patente se prolongará hasta 2023- y las previsiones iniciales apuntan a cerrar 2017 con ventas de 368 millones, frente a los 190 millones contabilizados en 2011. El antialérgico de Faes ha desembarcado ya en 21 países de Sudamérica y en otros 17 del área Asia-Pacífico, incluidos China y Australia.

Este verano Faes cumplió su objetivo más ambicioso y alcanzó un acuerdo para entrar en Japón de la mano de Taiho Pharmaceutical, operación que le abre la puerta a un mercado de 2.000 millones de euros, en el que aspira a alcanzar una cuota de entre el 10% y el 20% con la venta de su antialérgico.

Para reforzar su negocio internacional, otra vía de desarrrollo de Faes es potenciar su músculo comercial en Sudamérica, donde también contempla como vía de crecimiento la representación de otros laboratorios españoles. La compañía mantiene su apuesta por la I+D, área a la que en los últimos siete años ha invertido 125 millones.